Se sabe que más de la mitad de los trastornos que ocasionan discapacidad en las personas mayores son de origen neurológico, pero muchas veces es difícil para el internista englobar todos los síntomas y adjudicarlos a una sola etiología, ya que estos suelen ser causados por una suma de factores que deben ser reconocidos y, eventualmente, tratados.